Pues parece mentira pero ya han pasado 3 años… Sí, hoy se cumplen 3 años del accidente que me cambió la vida.

Y es que este es el tiempo que he tardado en poder responder con un: ¡BIEN!, GRACIAS, a la pregunta: ¿cómo estàs?

Quizás os parece una tontería, o quizás no, pero es que durante 3 años no he estado bien.

Os resumo de forma esquemática el proceso…

  • Accidente
  • Soy un policontusionado,
  • Vuelvo a urgencias varias veces (sigo siendo un policontusionado)
  • Vuelvo de madrugada, fatal, con mucho dolor, vértigos, mareos, parestesias… (¡de aquí no me voy hasta que no me digáis que me pasa!)
  • Óstia, no eres un policontusionado, había un hernia muy grande (que no hemos visto porque solo te habíamos hecho radiografías) y hay que hacer resonancia.
  • Ui, tenemos que trasladarte a otro hospital, aquí no tenemos departamento de neurocirugía
  • No te preocupes, ¡con cortisona lo arreglamos!
  • Aparece el primer clonus (temblor) en la mano izquierda (por cierto, soy zurdo)
  • Ups, otra resonancia
  • Lo siento, la hernia no se ha reducido, hay que operarte, te trasladamos a la UCI del Hospital General y te operan pasado mañana.
  • Me operan. Todo va bien (uf! Lo primero que va bien!)
  • Diagnóstico: Hernia discal aguda postraumatica C5-C6 con severa compresión radicular IQ con prótesis intersomática C5-C6. Tetraplegia-SDE medular incompleta de tipo Brown-Sequard por debajo C4 ASIA D, hemiparestesia izquierda SDE piramidal con clonus y espasticidad EE izquierda. Vejiga neurógena y dolor neuropático severo. (De policontusionado a oca, y tiro porqué me toca)
  • Empieza la recuperación: tengo que volver a aprender a caminar, recuperar fuerzas, etc.
  • No me veo capaz de superarlo yo solo y pido ayuda psicológica.
  • Me dan el alta el día de nochebuena después de 28 días ingresado en 3 hospitales. Salgo en caminador, con dificultad para caminar, mi amigo el clonus, dolor neuropático en el brazo izquiero, la vejiga hiperactiva, un collarín rígido y mucha medicación.
  • El 2 de enero ingreso en el institut Guttmann para seguir con la recuperación y adaptarme a mi “nueva normalidad”
  • El 31 de enero me dan el alta
  • Empieza la vida “post hospitalaria” y la rehabilitación en Neuroclinic.
  • A medida que pasan las semanas, me van añadiendo más pastillas, y más, y más…
  • En junio de 2019 estaba tomando 19 pastillas diarias.
  • Me convertí en un mueble que estaba despierto 2-3 horas al día
  • Me agobio, dejo toda la medicación de golpe
  • No consigo superar la abstiencia yo solo
  • Hablo con otro neurólogo, le explico la situación, me comprende y me repauta toda la medicación bajo dos únicas premisas: QUIERO ESTAR DESPIERTO y QUIERO VIVIR.
  • La recuperación parece que va viento en popa, incluso le comento a mi jefe que, alomejor, a final de octubre, podría volver al trabajo
  • A finales de septiembre (2019) empiezan a flojearme las piernas, me aparecen clonus en ambas, un poco de dolor neuropático también en las piernas y me doy cuenta que tengo poco equilibrio.
  • Me hacen otra resonancia
  • Ups, se te ha atrofiado la médula.
  • El neurocirujano que me operó me recomienda que vaya a comprarme un bastón. Lo hago.
  • Poco a poco va subiendo el dolor neuropático
  • La mútua laboral me dice que empiece a tramitar la incapacidad, la discapacidad y la ley de dependencia
  • El nivel de dolor neuropático es tan alto que me derivan a la clínica del dolor
  • Hola, eres mi último paciente! ¡Hoy me jubilo!
  • A mi pauta de medicación me añaden el parche y los chupa chups de fentanilo
  • Más dolor
  • Me hacen pruebas y me diagnostican dolor neuropático crónico severo de nivel 10
  • Empiezo a probar (casi) todo lo que me dicen
  • Terapia neural, no funciona
  • Estimulación eléctrica transcraneal, no funciona
  • Ketamina endovenosa, parece que hace algo, inicio tratamiento diario
  • Voy a visita con un médico que me recomiendan y resulta que me propone introducirme ozono por vía rectal (OMG!), DESCARTADO (este es el casi)
  • CONFINAMIENTO
  • Dolor, dolor, dolor….
  • Consigo el mail personal de mi doctor jubilado de la clínica. ¡Bien! ¡Sigue ejerciendo! Considera que hay que subir la dosis de fentanilo.
  • El dolor no baja de manera equivalente a la subida de fentanilo.
  • En todo este tiempo me hacen varias PCR y me confinan varios días por síntomas parecidos a los del covid: sudores fríos, fiebre, malestar general, ansiedad, descomposición….
  • Al tiempo descubro que no era covid, sino abstinencia. (ES HORRIBLE)
  • Después de otra crisis de abstinencia me digo a mi mismo…. A ver, si me encuentro mal tengo que tomar fentanilo, pero si me encuentro bien, también. Esto no funciona. Hay que dejarlo.
  • Solicito entrar en un centro de desintoxicación. (Abril 2021)
  • Ingreso (Octubre 2021)
  • Me encuentro con una doctora que me dice: “no puedo tratarte la dependencia si no te trato el dolor”… ¡BIEN! ¡Alguien que me entiende!
  • Me cambian el fentanilo por Morfina Retard… Y veo la luz al final del túnel.
  • Me dan el alta, me viene a buscar Sandra y me pregunta…
  • ¿Cómo estás?
  • ¡BIEN, GRACIAS!

Y hasta hoy.

Si has llegado hasta aquí, quizás entiendes un poco mejor el calvario que hemos vivido estos 3 años.

Tengo la suerte de poder decir que no he estado solo en ningún momento, siempre he tenido a mi Sandri a mi lado, para cuidarme cuando no estaba bien y también para empujarme cuando no quería avanzar.

No creo que hubiese podido recorrer todo este camino sin tener a una persona como ella a mi lado.

Ahora bien, la lucha no ha acabado, el dolor neuropático severo sigue ahí, esperando salir como un monstruo encadenado. Si se me pasa la hora de la medicación, el tío asoma la cabeza para avisare que sigue vivo.

¿Qué ha cambiado para poder afirmar que me encuentro bien?

En primer lugar, al dejar de tomar fentanilo y una vez superada la abastinencia pude recuperar el control de mi cabeza (otra forma de decir que ya no “vivía colocado”)

En segundo lugar, aunque al principio costó, poco a poco fuimos encontrando una pauta de medicación adecuada y el dolor empezó a esconderse.

Esos dos factores me permitieron poder afrontar el dolor de una manera totalmente distinta, conseguí cambiar mi actitud ante el dolor y pude empezar a hacer cosas diferentes cuando tenía dolor. Ya lo decía Einstein que “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, no? Pues eso.

Uno de mis grandes errores fue normalizar una situación anormal. Pero es que no te das cuenta. No puedes normalizar vivir todo el día bajo los efectos de una droga/medicación, lo siento pero no, eso no es lo normal.

Antes vivía atrapado en el dolor, le hacía demasiado caso, me aislaba, me cambiaba el humor, me recluía en casa, etc.

Os prometo que había perdido la esperanza de dejar de vivir para el dolor, de poder salir a cenar con mis amigos y reirme a carcajada limpia sin estar pendiente del dolor, etc. Mi día estándar acababa antes de comer, momento en que ya volvía a casa (si había salido) porque me anticipaba a las crisis de dolor, y no era para menos, ¿eh?

Pero todo eso se acabó.

Ahora nos toca disfrutar de esta nueva vida, porque en este cumpleaños, me han regalado VIDA.

Puede que nadie haya llegado hasta aquí, pero si lo has hecho y crees que mi experiencia o que yo mismo podemos ayudar a cualquier persona que se sienta atrapada por el dolor, por una medicación, por un accidente como el mío, etc. Quizás estaría bien que compartas esta historia, lo dejo a tu criterio.

Lo único que debes saber es que en cualquier momento de estos 3 últimos años me hubiera encantado encontrarme con esta publicación para poder ponerme en contacto con su autor.

Gracias por leérme hasta aquí, de corazón. Te prometo que he resumido lo mejor que he sabido estos 3 años, pero ahora me siento fuerte y capacitado para poder ayudar a otras personas que estén viviendo una situación similar.

¡¡VIVA LA VIDA!!